Baños: los 5 errores que tienes que arreglar ya

Cuando afrontamos la mejora o remodelación de un baño son muchas las decisiones que hay que tomar. Por eso es fácil que al poco tiempo de renovarlos, nos demos cuenta de que no hemos acertado en todo y que alguna cosa debe cambiar. Lo mismo pasa cuando decidimos no remodelarlo (de momento), y un día tras otro sus carencias nos ponen de mal humor... ¡Esto tiene que acabar! Deja de sentirte incómodo en tu propio baño y de una vez por todas pon solución a esos errores que un día cometiste y que desde hoy ¡no te pesarán más! Estos son los 5 errores que debes arreglar ya. 

1. Bye, bye bañera

En su momento te pareció la mejor opción, pero hoy por hoy no te resulta nada práctico tener una bañera en casa ¡Encima es que se come un montón de espacio! La cortinilla siempre parece estar sucia y lanzarse a comprar una mampara cuando en realidad lo que mejor te vendría es una buena ducha, tampoco es buena idea. Lo mejor es que de una vez por todas, retires la bañera y en su lugar pongas una estupenda ducha. Con plato o sin él, a ras de suelo, de microcemento, obra o prefabricada. Hay muchísimas opciones. Recuerda que además con una mampara estanca se acabaron los charcos. Los modelos acrílicos salen bien de precio, pero las de cristal securizado de gran grosor y con tratamiento antical, son las que más tiempo y mejor se mantienen. 
Sustituir la bañera por una ducha hará que tu baño crezca, te permitirá acceder más cómodamente (importante si hay niños o mayores), y además ahorrarás agua. Si destinas todo el espacio libre al nuevo plato ¡imagina si ganas en espacio! Invierte en una grifería con rociadores o termostática para tener siempre el agua a la temperatura que te gusta (ni muy caliente ni muy fría). Y personalízala con algunos toalleros, luces ambientales, asideros o incluso una tarima de madera que sume mucha calidez. Ahora se lleva mucho la baldosa hidráulica pero como todas las modas, pasará... 

2. Adiós mueble horrible

Nunca te terminó de gustar aquel mueble bajo lavabo pero, con los años te has acostumbrado a él, y ahora se te hace cuesta arriba cambiarlo. Lo entendemos, normalmente al cambiar el mueble de baño, tengas que mover algún punto de agua o desagüe y esa es una obra que a lo mejor ahora no te apetece. Pero lo que si puedes hacer y seguro se va a notar mucho, es renovarlo con una mano de pintura y tiradores nuevos. Incluso siendo un poco manitas puedes cambiar la encimera por una nueva e instalar un nuevo lavabo de superficie (no como el clásico que tienes encastrado).
Si no te atreves a hacerlo tu mismo o el viejo estuviera en mal estado, siempre puedes encargar un nuevo modelo a medida que respete los puntos de agua y desagüe que tienes. Repara la pared con vinilos, papel pintado, o incluso un poco de masilla y esmalte para azulejos (así de paso le cambias un poco el look al baño entero). ¡No es nada difícil y el resultado es instantáneo! Trabaja un poco la imagen del nuevo baño y verás qué cambio pega. 

3. Te apetecerá mirar al suelo

Si cuando miras el suelo del baño te dan ganas de liarte a martillazos con él... ¡Houston, tenemos un problema...! No hablamos de esas joyas vintage de acabado hidráulico, sino de esos otros modelos ochenteros que dan grima pisar y vergüenza enseñar. ¡Esto ya tiene que acabar! Sobre todo porque hoy por hoy hay un montón de soluciones para renovar el suelo del baño, sin el incordio de retirar el viejo ni sacar escombros. 
Laminados 100% impermeables; cerámicas que se aplican en seco sobre las existentes; ylosetas o lamas vinílicas que cambian el aspecto del suelo en un visto y no visto. Con acabados que van desde la imitación del cemento, el mármol o los azulejos, a incluso la madera o el mosaico hidráulico. En click, adhesivos o sobre rastreles... ¡La oferta es inmensa! ¿Sigues pensando en conservar ese espanto que tienes por suelo? 

4. Dame luz 

Se acabaron las excusas, no es porque sea viejo ni porque no tengan luz natural, es que hace tiempo que le cogiste grima y no te ha apetecido mejorarle nada, ni siquiera esa triste luz que todas las mañanas te ilumina. Deja de verte entre tinieblas y ponle solución a esa cueva que es tu baño. 
Quita ese horrible plafón y en su lugar instala Leds en el techo con luz neutra o fría. Tratándose de un baño pequeño con un foco vas a tener de sobra. Y no te olvides del tocador, con dos apliques a cada lado del espejo a la altura de los ojos te verás mucho mejor. Escoge bombillas de bajo consumo, no son nada baratas pero a la larga salen mucho más a cuenta. ¿Y si cambias el espejo y pones uno con luz integrada? Son prácticos y estéticamente quedan perfectos. En la zona de la ducha o bañera cuidado con la estanqueidad, no te lances a colocar focos ni otro tipo de luces si no estás 100% seguro de que son piezas idóneas para estar en contacto con el agua o la humedad. 



5. Decóralo con tanto mimo como si fuera el salón 

Que no, el baño ya no es ese cuartucho que preferías no enseñar (si no era preciso) a tus visitas. Ahora es un espacio más de tu casa donde te puedes deleitar en aplicar una decoración cuidada que habla de ti. Juega con las combinaciones de materiales y colores que quieras, y no te olvides de ponerle plantas o flores. Siempre será mejor si son naturales (porque ambientan), pero si no fuera posible por ser un baño interior, tampoco pasa nada por usar de plástico. Papeles pintados, cenefas, frisos de madera...¿Por qué no? Los materiales de hoy están preparados para vivir también en tu baño.